
Cuando el Emperador Justiniano entró por primera vez en la impresionante Basílica de
Santa Sofía (Divina Sabiduría), exclamó: ¡ Gloria a Dios, que me ha creído capaz de construir esta obra, Salomón, te he superado...!. Nosotros simplemente nos quedamos "con la boca abierta".
Santa Sofía (Aya Sophia en turco), es el monumento más importante de
Estambul y ningún visitante puede perderse esta maravilla, patrimonio de la Humanidad. Fue con el
Sultán Ahmet I , ya en época del Imperio Otomano y más de 1000 años después, cuando ordenó construir un nuevo edificio que rivalizara en belleza y grandeza con la de
Santa Sofía . Hoy día aquel edificio se conoce como la
Mezquita Azul. El arquitecto Mehmet Aga, consiguió causar el mismo efecto de sorpresa con el exterior que el que obtenía Santa Sofía en su interior.

Nuestros días pasan en esta fascinante ciudad llena de historia y vida, descubriendo nuevos rincones que nos llevan a perdernos por las zonas menos turísticas de la ciudad como el barrio
Edirnekap? , parte occidental de la ciudad. En esta zona se encuentran la mayoría de los barrios musulmanes de
Estambul, las mujeres van vestida con el tradicional
hijab , los precios bajan considerablemente en los mercados y es aquí donde se puede disfrutar del verdadero baño turco, nosotros lo hemos probado en el
Hamman del Sultán Mihrimah, junto a la muralla del Emperador Teodosio.


Después del baño. con la tensión arterial por los suelos y en un estado de levitación producido por tanto vapor de agua, buscamos refugio en una de la mezquitas cercanas, la de
Fatih. Las mezquitas son buenos lugares para abandonar el bullicioso ritmo de Estambul, son limpias, relajantes, gratuitas y además son exuberantes.


Por la tarde, cuando el sol va cayendo lentamente por los minaretes de las mezquitas de
Sultanahmet y
Beyazit , un paseo por el muelle de
Eminonu , en dirección al barrio moderno, no tiene precio. Las gaviotas vuelan desordenadas en un último intento de recoger los restos de pescado y los estambulitas abarrotan el puente de Gálata con sus cañas de pescar.


Por la noche hay que reservar mesa en los populares
meyhanes, tabernas turcas con música tradicional, nosotros lo hicimos en el meyhane de Sofyali 9, cerca de la concurrida calle Istikal en el barrio de Galatasaray. Los variados
mezze (entremeses) se sirven acompañados de
raki y entre los más conocidos: los de berenjenas elaborados de diversas artes, los de tomate, los que contienen pepinos, las cebollas frescas, el queso blanco turco parecido a la feta griega, los tomates y pimientos rellenos de arroz con canela
(dolma) , el pollo carcasiano (elaborado con una salsa a base de nueces y los mejillones,
fava que son un puré de habas,
ç?roz (caballa ahumada),
lakerda (pescado en salazón),
leblebi (garbanzos tostados) y los de aceitunas negras y verdes. Con esta copiosa cena y buen tabaco de manzana fumado en el narguille turco (shisha o cashimba en otro países árabes), regresamos a nuestro barrio en el distrito de
Sultanahmet.
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